ALFA Y OMEGA - CIENCIA CELESTE
PÁGINAS PRINCIPALES
DIVINO ORÍGEN DEL SISTEMA SOLAR TERRESTRE; EL NÚMERO 318 SE EXPANDE EN
OTRAS ALIANZAS PLANETARIAS; LO DE ARRIBA ES IGUAL A LO DE ABAJO; EN SUS
PRIMERAS CAUSAS; ORDEN GALÁCTICO DE LOS MUNDOS .- Nº 7
Sí hijito; te explicaré el Sistema Solar; este nombre galáctico está
correcto, solamente para la evolución de la Tierra; para el Reino de los
Cielos, este nombre poco cuenta, pues el Sistema Solar y los universos cercanos
a la Tierra, casi son desconocidos; en el Reino de los Cielos, la Tierra es
menos que una molécula; y sus criaturas adquieren proporciones inauditas; y
nadie piensa en riquezas; todos piensan en el conocimiento universal; todos
hablan de crear mundos y brindarlos al divino Padre; todos son microscópicos
imitadores de mi divina creación; nadie está ocioso; todos intervienen en las
leyes del Universo; se habla de un todo infinito; se planean los destinos de
los espíritus; y de los mundos; se vé un ajetreo divino, como jamás han visto
ojos humanos; sólo tú hijo divino, tienes el divino poder mental de ver, lo que
ves a diario; porque eres del Reino de los Cielos; y como tal, tu divina
Escritura Telepática será eterna; ella está en tí; y ella te brotará siempre de
mundo en mundo; por el fruto se conoce el árbol; si todos esos primeros hijos
que te hice presentar, se hubiesen guiado por esta divina parábola, ellos
serían las criaturas más dichosas del planeta; estarían entre los primeros, en
la divina Revelación; sus propias incredulidades, hace que se les cierren las
puertas del Reino de los Cielos; ningún incrédulo entra en el Reino de los
Cielos; sólo los espíritus avanzados entran; aquéllos seres que por su propio
avance espíritual, no necesitan pruebas materiales; sencillamente creen; creen que
nada es imposible, para el Creador de la vida; la misma fé, los transportan al
Reino de los Cielos; eso significa la divina parábola: La fé mueve montañas;
casi todos los incrédulos, son como el divino Tomás; necesitan ver para creer;
santo Tomás, demostró ser un espíritu atrasado; él pedía pruebas del mundo; no
pedía prueba eterna; su creencia se reducía a una prueba de un instante; no
veía más allá; por lo tanto, esos que dicen: Hay que ver para creer, son
espíritus mundanos; piden pruebas que demuestran, sus propios atrasos
espírituales; si estas criaturas, no creen en la resurrección de la carne el
año 2001, pueden despedirse de ser eternos; han recibido sus recompensas, por
adelantado; no olviden los incrédulos, que nadie lee su futuro; que más vale ser
silencioso y humilde, que un falso profeta de su propia eternidad ._
Sí hijito; es así; tal como tú lo ves en tu televisión mental; este
dibujo celeste enseña que del sol Alfa, salieron y aún salen divinas chispitas
solares, de las que serán futuros mundos; todo planeta fué chispita solar; una
microscópica chispita; escrito está, que hay que ser chiquitito y humilde, para
ser grande en el Reino de los Cielos; esta divina ley, se cumple en cualquier
punto del Universo Expansivo Pensante; todos; criaturas y mundos son primero
microscópicos; para luego expandirse en crecimiento y ser grande en el espacio;
toda grandeza, desaparece a su vez, ante la grandeza del Padre; Él es de
eternidades antes, que toda grandeza; y es igualmente de antes, de lo más
microscópico, que mente alguna pueda imaginar; Él es, ha sido y será siempre el
primero; en todo el Universo se le conoce; sus Nombres divinos son infinitos;
según las infinitas evoluciones que exsisten; para un mundo, se llama tal
Nombre; ó tales Nombres; para otro mundo, igual; no exsiste punto del Universo,
que no se pronuncie con devoción, su divino Nombre; es por eso, que el divino
Padre se hace llamar a sus hijos de todo el Universo, Soy el que Soy; pues para
unos Soy el Señor, para otros Jehova y para otros, Dios; Alá o el Creador; el
Gran Arquitecto; Eterno Padre; etc. etc.; muchos Nombres y un sólo Dios nomás;
pues en todas partes estoy; siendo mi Poder divino infinito, doy vida a lo que
se cree muerto; mi Universo es viviente; y las llamadas muertes de las
criaturas, es sólo una transformación para el espíritu, que dejando su
envoltura de carne, regresa al mismo lugar de donde salió; al mismo lugar donde
tomó un cuerpo de carne; es por eso que se dice: Débil es la carne; pues sólo
dura, mientras el espíritu vive momentáneamente en un planeta material, al
tomar un cuerpo de carne, todo espíritu se reduce en dimensión; ¿Acaso una criatura
que sale del vientre de una madre, no empezó en forma microscópica su
desarrollo? es así, que casi todas las madres no se dan cuenta, a ciencia
cierta, si están embarazadas ó nó, de tan microscópica es la criatura; la
criatura estando dentro del vientre de una madre, se expande en desarrollo; en
igual forma como se expandió la microscópica chispita solar, de la que nació la
Tierra; los dos procedimientos son iguales en sus primeras causas y muy
distintos, en sus libres albedríos; siendo lo de arriba igual a lo de abajo, en
su principio microscópico; no son iguales en sus propias evoluciones; cuando se
vuelve al puntito de donde se salió, allí se reconocen materia y espíritu; pues
el mandato ordenado, ya se cumplió, exsiste por lo tanto, un divino punto de
reunión en el infinito; pues si así no fuera, todo espíritu se perdería en el
infinito; no teniendo un hogar; que equivale a no tener un destino; y eso
sería, el más espantoso de los castigos; la Ciencia Celeste cuyo divino símbolo
es el Cordero de Dios, es la única que explica para todos, que es lo que
sucedió, para que la Tierra y sus moradores, nacieran y se desarrollaran en un
planeta microscópico; pues la Tierra tiene sus límites y su peso; el infinito
carece de ellos; pues el Universo jamás ha tenido límites alguno; ni lo tendrá
jamás; cuando un planeta ó espíritu nace en alguna lumbrera solar, nace
ignorando que nace; igual cuando nace bebé en los planetas; el Universo se le
aparece en todo su esplendor; sólo siente atracción magnética hacia su divina
Madre Solar Omega; que se expande en todos los soles del Universo; en toda
infinita jerarquía solar; pues la Santísima Trinidad Solar está en todas
partes; está en mundos de carne, tan microscópicos como la Tierra misma; como
está igual en mundos tan colosales, que por su tamaño mismo, jamás serán
conocidos por los seres humanos, aquí no hay prohibición alguna; sólo exsisten
destinos y eternidades; y cada cual; sean criaturas ó planetas, tienen que
cumplirlo, jamás se ha dado el caso, que alguien haya desobedecido, a su propio
destino; todos los mundos poseen antiguidad galáctica; en el Reino de los
Cielos, todas las divinas criaturas, saben esto; los terrenales aún no lo
saben; pero llegó la hora que lo sepan; todo conocimiento llega, cuando debe de
llegar; y al llegar un determinado conocimiento, la ciencia de un mundo, se vé
sacudida; lo que se creía único, no lo es; pues toda realidad, no es estable;
es infinitamente cambiable, nada es permanente en el desarrollo universal; todo
se mueve; tanto lo de arriba como lo de abajo; y todo se moverá por siempre
jamás; en el dibujo celeste se pueden ver ciertos colores; saliendo de una nave
plateada; esos colores que son infinitos en número, representan las virtudes de
la Madre Solar Omega; y esta divina Revelación, explica de que cada espíritu
nace con diferentes características con respecto a los otros; este fenómeno, se
conoce en la Tierra, como individualidad; las cuales, jamás se han repetido
entre las criaturas; aunque aquí, no es correcto hablar de individualidades;
pues eso pertenece al mundo; pertenece a la materia; y corresponde a un
espíritu, que ha pedido nacer de nuevo; para probar una determinada forma de
vida; escrito está: Todo espíritu es probado; probado en su propia
determinación; en la filosofía que escogió, siendo un espíritu solar; allá, en
el Reino de los Cielos; esta divina Revelación explica lo siguiente: Todos
nacen sin excepción alguna, en estado de inocencia espíritual; nadie nace con
individualidad alguna, estando en estado de inocencia; posee sí, su futuro
gérmen; este gérmen de la individualidad, sólo empieza a madurar, cuando el
espíritu pide una determinada vida en algún planeta del Universo; muchos dicen,
que se nace con la individualidad; y esto, también es cierto; y demuestra que
el espíritu, ya ha vivido en otros mundos; puesto que ya trae una
individualidad; si no la trajera, sería considerada, como la criatura más
misteriosa, que haya pisado el planeta; pues allí habría una excepción; pero la
excepción, no exsiste en la creación del divino Padre; toda excepción
constituye una imperfección; y es por lo tanto, pasajera; desapareciendo la
imperfección, desaparece la excepción; la excepción en la Tierra, es producto
de la injusticia; y ésta, se remonta a muchos siglos atrás; los que han vivido
en la excepción con su modo de vida; con respecto a los divinos Mandamientos,
llorar y crujir de dientes tendrán; esto demuestra a las criaturas del
Universo, que las divinas leyes del divino Padre Jehova, no contienen excepción
para nadie; el soberbio es castigado; y el humilde premiado; más aún: Fueron
avisados todos los espíritus humanos; muchos siglos atrás; desde mucho antes,
que cada cual viniera al mundo; por lo tanto, si exsiste llorar y crujir de
dientes, sólo se debe a la soberbia del espíritu culpable; la razón no es otra;
y no sólo debe pagar el espíritu culpable sus propias faltas; sino que también,
las causas que por su culpa, hizo que otros sufrieran; tal es el destino que
les espera, a los creadores de toda riqueza; que por culpa de ellos, mi rebaño
se clasifica en ricos y pobres; el divino Padre, hizo las leyes de la vida,
para que todos fueran iguales; y estos demonios, hacen lo contrario;
oportunidad tuvieron, de probar una filosofía, que no es árbol plantado por el
divino Padre; y de raíz será arrancado de la faz de la Tierra; el que la hace
la paga; ojo por ojo, diente por diente; es una parábola que explica que todo
pensamiento soberbio, es juzjado; desde el punto de vista mundano y divino; la
Ciencia Celeste, es la Ciencia que ya fué anunciada al mundo; el Primogénito
Solar lo dijo: Os enviaré un divino Consolador; lo que quiso decir en otras
palabras, fué: Os enviaré una Doctrina que consolará, a todo pecador; porque le
dará nuevas esperanzas; nueva oportunidad de abrir sus corazones, al
arrepentimiento; Cristo sabía, que por muy maravillosa fuera su divina
Doctrina, no faltarían los demonios que probarían filosofías sobre los hombres;
porque los demonios, también son probados en sus inclinaciones; como es probado
todo espíritu; el espíritu tiene pruebas del pasado; y todo demonio tiene
deudas que debe enmendar en los mundos; ocurre que lo que han hecho en cierto
mundo, lo repiten en otro; es el caso de la Tierra; el peor yugo y azote que ha
tenido y tiene la Tierra, es la riqueza lograda explotando por siglos y siglos,
a sus propios hermanos; esta filosofía maldita, la introdujeron en la Tierra,
los malditos faraones; habían hecho lo mismo, en otras galaxias; muchos mundos,
aún los maldicen; por conocer tan soberbia filosofía, las criaturas de esos
mundos, no han podido entrar en el Reino de los Cielos; pues el divino mandato
que debe cumplir la Tierra, se aplica a infinitos planetas tierras; mundos de
la carne; la Tierra nunca ha sido la única en el Universo; antes que ella, ya
habían mundos habitados; más aún; hubieron mundos antes de los que ya habían;
entre los cuales no estaba aún la Tierra; planeta microscópico de monitos de
carne; la Tierra es un planeta reciente; en un Universo en infinita expansión;
y sin principio de iniciación; la Tierra es tan microscópica, que es
desconocida en la mayor parte del Universo; por lo tanto, sed humildes hijos de
la Tierra; por esta razón, mis Sagradas Escrituras, os vienen enseñando la
humildad por sobre todas las virtudes, para evitaros un terrible complejo de
inferioridad evolutiva con respecto a los colosales mundos; que no son de
carne; no son débiles como una criatura humana; son eternos; no conocen la
muerte; pero pasaron por la experiencia de la misma; cuando eternidades atrás;
antes que naciera la Tierra, habitaron también mundos de la carne; fueron también
monitos de carne en planetas Tierras, que ya no están; fueron chiquititos y
humildes; para ser grandes en el Reino de los Cielos; por lo tanto lo de arriba,
pasó experiencias, como lo de abajo; nadie es superior a nadie; sólo el Padre
lo es y lo será por siempre jamás; la jerarquía de los mundos, marcha paralela
a la jerarquía espíritual de sus criaturas; cuando un determinado mundo ha
avanzado en su propia evolución, se dice que los Cielos se abren al propio
mundo; pues cada conocimiento conduce a un cielo; sólo con el conocimiento
aprendido en los planetas, se entra al cielo que corresponde; el Reino de los
Cielos, posee infinitos Cielos; que son otros tantos Reinos; los planetas en
sus rotaciones y traslaciones a través del tiempo, se acercan a los cielos;
este acercamiento es proporcional al tiempo recorrido en el espacio; y
proporcional a la época que se vive; según las divinas Alianzas de toda
creación viviente; incluyendo toda Revelación de las Sagradas Escrituras; pues
cada planeta posee sus propias Escrituras; y en esas divinas Revelaciones, los
divinos juicios finales; que es la época que muy pronto conocerá la Tierra; los
juicios finales en cada mundo, no son iguales; porque lo que se hace en un
mundo, no es igual en el otro; lo que demuestra que el libre albedrío de los
planetas, no son iguales; los anuncios de los juicios finales en cada planeta,
presenta diferentes características; en el caso de la Tierra, dice su divina Escritura:
Llegará la divina Verdad, tan de sorpresa, como la sorpresa que causa un ladrón
de noche; y el divino Padre Jehova, agrega lo siguiente: Exsisten muchas clases
de sorpresas; pero la más espantosa, es aquélla que golpea a una conciencia
pecadora; pues así será sorprendido el mundo; despertará de su propia ilusión;
consecuencia de la ciencia del bién, y ésta lo es del llamado dinero; esto será
así, porque en las divinas alianzas, no hay ilusión; sólo hay Mandamientos; y
en esos Mandamientos, se desconoce el dinero y su maldita filosofía; se juzjará
por lo tanto, según los Mandamientos; y nó según el dinero; éste es desconocido
en todas las determinaciones humanas; antes que el espíritu, se uniera al
cuerpo perecedero; antes de venir a la vida, se le hace ver a todo espíritu, lo
bueno y lo malo; todos pasan por la televisión solar; allí cada espíritu vé lo
bueno y lo malo; y eso no es todo; estando ya en su planeta material, el divino
Padre, le coloca en su camino, las Sagradas Escrituras; los divinos
Mandamientos; que es como un aviso; de lo que se prometió en el Reino de los
Cielos; más aún; el divino Padre que quiere lo mejor para sus hijos, les envía
profetas; mensajeros celestiales; y hasta su propio Hijo Primogénito; y todos
ellos, saben que van a un mundo, donde los que mandan, son los demonios; que en
su más alta soberbia, se constituyen en reyes; imitando al supremo de la
soberbia; Satanás; llamado en el mundo celeste, espíritu rey; el término rey,
no es originario de la Tierra; es una jerarquía de las tinieblas; del mundo
celeste; pues las tinieblas también rivalizan entre ellas; el ser rey en la
Tierra, es combatir mis divinos Mandamientos; los divinos Mandamientos, no
mandan hacerse rey; a ningún espíritu humano; ellos mandan ser humildes; por lo
tanto, ningún rey de la Tierra; ni ningún malamente llamado noble, entra en el
Reino de los Cielos; escrito fué hace ya muchos siglos atrás, que sólo los
humildes, son los primeros en el Reino de los Cielos; todos los nobles del
mundo, deberían haber leído mucho tiempo atrás, esta divina parábola; el no
hacerlo, les costará un llorar y crujir de dientes; al igual que los llamados
ricos; deberían haber estudiado, la divina parábola que dice: Es más fácil que
entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los
Cielos; y a todos aquéllos que habiendo usado y estudiado armas para matar a
sus propios hermanos; sabiendo que uno de mis Mandamientos dice: No matarás; a
los tales, ya tienen su merecido; la divina parábola lo dice: El que mata a
espada, muere a espada; esta divina parábola, es una de las que más ha
intrigado a los estudiosos; ella significa que el que se ha perfeccionado en
alguna filosofía de fuerza, sólo recibe lo que cosechó; la misma fuerza se
vuelve contra él; esta divina parábola, alude también a otra verdad; se refiere
a los Ángeles de Luz; divinas criaturas del mundo celeste; poseen divinas
espadas de fuego solar; ante ellos huyen todos los demonios de otros mundos,
incluyendo al microscópico satanás de la Tierra; no sólo la Tierra conoce
demonio; pues la Tierra no es la única creación; exsisten demonios con otras
rebeldías galácticas; mas ninguno puede superar al divino Padre; que los deja;
que prueben su propio error de rebeldía; tarde ó temprano caen; como cae cualquier
pecador; todo violador vuelve sobre sí mismo, vuelve sobre sus pasos; y llega a
su misma primitiva inocencia; pues hasta los demonios cumplieron con la ley;
fueron inocencias solares; como lo son todas las criaturas del Universo; cuando
poseen cierta ciencia, creen saberlo todo, y no saben nada; pues mientras más
se sabe, frente al divino Padre, menos se sabe; la filosofía demoníaca es la
tentación a dominarlo todo; sin importar los medios, ni las consecuencias, es
el riesgo que corre toda criatura imperfecta; los demonios son pasajeros; y la
Ley divina es eterna; el demonio se aburre de ser demonio, se aburre tener que
luchar contra el infinito; al que no comprende, por su imperfección misma; y
tarde ó temprano ó renuncia ó es vencido; jamás se ha dado el caso, que demonio
alguno haya dominado todo el Universo; el demonio sin darse cuenta, es probado
también en su misma soberbia; todo daño hecho a los espíritus del Señor, es un
daño hecho al Padre; pues escrito está, que el divino Padre está en todos, y en
todas partes; la Justicia a los demonios, constituye una ley aparte en el
conocimiento de la Verdad Universal; tal sucedió con los demonios faraónicos;
estas criaturas tuvieron un gran avance espíritual; eran de otras galaxias; más
antiguos que los terrestres; pero fueron tentados por la fuerza; el lujo y la
esclavitud; el divino Padre Jehova, los sacó del planeta Tierra; porque de
haberlos dejado, la filosofía de la esclavitud se habría perpetuado; de
generación en generación; siglos tras siglos, la criatura humana desconocería
la libertad; y la Tierra sería un planeta-infierno; y así le ocurrirá a toda
criatura violadora de mis divinos Mandamientos; nadie se queda sin su castigo;
los castigos se cumplen; tanto arriba como abajo, iguales leyes cumplen los
premios espírituales; a todos le es dado según el comportamiento durante la
vida; es el esfuerzo el que cuenta; el sudor de frente; las luchas por la
exsistencia; y mientras mayor es la dificultad que tuvo que enfrentar un
espíritu en la vida, mayor es el premio en el Reino de los Cielos; la riqueza
jamás ha sido considerada, para entrar en el Reino de Dios; pues mis
Mandamientos, no mandan hacerse rico; explotando a sus hermanos, quien los
explote, al divino Padre explota; pues me encuentro en las mentes de todo
explotado; la riqueza es la filosofía que todos los espíritus maldicen en el
mundo celeste; pues por haberla vivido, no pueden entrar a los divinos
paraísos; sólo los contemplan desde el infinito; con una pena y tristeza
espíritual, que os conmovería en un grado tal, que esa impresión os seguiría
por muchas exsistencias; no hay rico, que no haya maldecido el oro en el Reino
de Dios; cuando llegan a su divina presencia; a rendir divina cuenta de su vida
planetaria; allí y sólo allí, comprende el rico, el porqué de la humildad; el
porqué de ser siempre hijo del hombre; que es hijo del trabajo; y nó eslavo de
la riqueza; esclavo de la ilusión; esclavo de satanás; esclavo de la ciencia
del bién; esclavo de un modo de vida, que olvida a su propio Creador; y que
sólo dura un instante, en la eternidad del espíritu; allí reconoce el que fué
rico, todo lo que sucedió cuando él vino al mundo Tierra; y vé con infinito
pesar, que más le hubiera valido haberse quedado en la Morada del Padre, que
haber conocido y vivido en riqueza, por su paso por la Tierra; cada segundo de
violación, pesa una eternidad en la vida del espíritu; el límite no exsiste en
el Reino de los Cielos; donde todo es viviente; salido de un Dios viviente;
donde todo se mide por exsistencias; por viajes y venidas a los mundos del
espacio material; donde nunca se muere; donde siempre se sale y se llega; en un
movimiento y ajetreo de criaturas y mundos como jamás podrán imaginar la mente
humana; para ver este maravilloso espectáculo, hay que nacer de nuevo; es decir
despejarse de la envoltura de carne; y en estado libre, penetrar en forma real,
los mundos y los soles; en estado espíritual el ser pensante penetra las
dimensiones, que penetraba de antes que se uniera, al cuerpo de carne, el término
divino que dice: Del polvo eres y al polvo volverás, tiene dos significados;
una, se refiere al cuerpo de carne; que después de desaparecer toda
temperatura, se pudre y se vuelve polvo; y desaparece; la otra, se refiere a la
llegada del espíritu al mundo celeste; después de ser juzjado, debe nacer de
nuevo en otro polvo planetario; debe volver a otro microscópico mundo; a los
mundos de criaturas de carne, se les denomina, mundos polvos; pues mirados
desde otros colosales mundos, se ven diminutos; tan microscópicos, que deben
ser aumentados en grados infinitos; esto es relativo a las ciencias y
evoluciones de cada mundo; así como la Tierra posee gigantescos telescopios,
los colosales mundos del Reino de los Cielos, poseen la gigantesca televisión
solar; ó televisión universal; la misma que poseen, las naves plateadas; con
las cuales observan los mundos y los soles; la television solar es una
gigantesca réplica de la televisión fluídica; que cada criatura posee alrededor
de su cuerpo; todos los actos de la vida, se convierten en imágenes; que son
atraídas en forma magnética, alrededor del cuerpo; todo cuerpo de carne, hace
de imán para sus propias ideas; pues toda criatura de carne posee corriente
eléctrica; heredada en la Morada solar; esta corriente eléctrica posee un
divino valor en su respectiva evolución: Corresponde a una trillonésima de
trillonésima de trillonésima de línea solar; línea solar es el tiempo y espacio
que ha recorrido la Tierra; desde cuando era una microscópica chispita solar;
salida de los soles Alfa y Omega; la línea solar, es la Revelación más
asombrosa, que pueda recibir el conocimiento humano; en ella está toda la
historia del pasado material de la Tierra; allí están épocas tan remotísimas,
que ni los malditos faraones supieron de ellas; a pesar que éstos vieron el
gérmen de la criatura humana; en charcos y pantanos; en la época acuática;
cuando aún no salía ninguna tierra de las aguas; pues los continentes son
productos del descenso de temperatura de las aguas; las primeras aguas hervían;
pues eran salidas del fuego; de la chispita solar; del descenso de temperatura ._
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